La Defensoría del Pueblo cuestionó la implementación del “Plan Mochila Segura” que se comenzó a ejecutar en unidades educativas de los municipios de Cochabamba y El Alto porque vulnera derechos a la intimidad, identidad e integridad de las y los estudiantes, y pidió su suspensión para trabajar otro plan que se enmarque en el respeto de los derechos humanos de esta población.
“Rechazamos la implementación de este plan porque incurre en vulneraciones a los derechos de niñas, niños y adolescentes que son objeto de la revisión de sus pertenencias, acciones que afectan su intimidad, integridad e identidad, cuya protección está consagrada en la Constitución, las leyes y los tratados internacionales de derechos humanos”, manifestó la Defensora del Pueblo, Nadia Cruz.
Cruz, en ese sentido, pidió a los Ministerios de Gobierno y de Educación iniciar un trabajo conjunto con la Defensoría del Pueblo para replantear los lineamientos del “Plan Mochila Segura”; indicó que a través de las oficinas defensoriales, departamentales y regionales, se gestiona la instalación de mesas técnicas para trabajar un protocolo de intervención de respeto de derechos y enfoque de niñez y adolescencia, junto a las autoridades locales de la Policía Boliviana, Educación y gobiernos autónomos municipales.
“La actual visión de las políticas sobre consumo de drogas legales e ilegales busca promover, proteger y garantizar el derecho a la vida y la salud pública; en ese sentido, las medidas y operativos programados, lejos de criminalizar a los usuarios de drogas, deben, por el contrario, desarrollar acciones integrales de prevención, atención, tratamiento, rehabilitación y reintegración de personas con consumos problemáticos o problemas de adicción”, remarcó.
La Defensora informó que se está solicitando información oficial al Ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, sobre alcance e implementación del “Plan Mochila Segura” por parte de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico, así como la coordinación del mismo con el Ministerio de Educación y autoridades municipales.
Si bien es importante resaltar que la finalidad de este Plan pretende reducir los índices de consumo de drogas entre los adolescentes, los mismos requieren de un protocolo y metodología de implementación que consideren las garantías constitucionales mínimas de esta población.
La Defensora indicó que es necesario generar estilos de vida saludable y bienestar social, hacer eco del llamado del Comité de los Derechos del Niño e instar a que el Estado boliviano, en todos los niveles de gobierno, evalúe los resultados del Plan Nacional de Salud Mental 2017-2020 en la reducción del uso de drogas, tabaco y alcohol en los niños, niñas y adolescentes y el Programa Nacional de Prevención y Tratamiento de Adicciones”.
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